Su terreno era surcado por innumerables y caudalosos ríos y brotaban por doquier manantiales abundantes. Abundaban las flores de loto, (flor sagrada de MU), esbeltas y gráciles palmeras bordeaban las costas del Océano y las de los ríos hasta muchos kilómetros tierra adentro. Plumosos helechos y floridos juncales extendían sus alargados brazos. En las copas de los frondosos y gigantescos árboles que se extendían hacia el horizonte vivían multitud de extrañas y valiosas especies de toda clase de aves exóticas y comunes, que lanzaban sus trinos y sus gorjeos al cielo convirtiendo el paisaje de MU.

El continente de MU, en la época en que se está describiendo su mundo, se vivía feliz, se disfrutaba de una dicha permanente. Habitaban 64 millones de personas con constituían 10 enormes tribus pero que a final de cuentas eran regidos por un solo gobierno.

Hace aproximadamente 200, 000 años los habitantes de MU estaban sumamente ilustrados y civilizados, no existía ninguna clase de salvajismo, ni maldad, pues todos los pueblos que se alzaban en ella habían sido fundados y colonizados por ellos, eran sus hijos, los hijos de MU.
En el país del Khui (MU), florecieron siete grandes y principales ciudades, que fueron sedes preclaras donde se asentaron los más importantes núcleos de la religión, la ciencia y la enseñanza. Estas ciudades estaban construidas en los márgenes de los ríos y cercanas al mar, eran el centro comercial marítimo con el resto del mundo.
Hay que tener en cuenta que todos los países con los que comerciaban los lemures eran colonias propias o dominios coloniales de MU, La Atántida, Sumeria y otras culturas que apenas comenzaban a florecer después de la llegada de los Annunaki hace 500 000 años.

En el continente de Mu habitaban varias razas, la blanca, la amarilla, la negra o morena, pero la que dominaba era la blanca, al igual que los atlantes, 

Las ciudades de Mu estaban adornadas por espléndidos templos trasparentes, hechos con piedra labrada; se llamaban así, debido a que carecían de techumbre y los rayos del sol directamente caían sobre las cabezas de los devotos.
Los uighures eran excelentes navegantes, y sus barcos llegaban a todas las partes del mundo, en busca de mercancías y trasladando viajeros de un puerto a otro. Eran expertos arquitectos y construían grandes edificios y grandes templos que eran muy conocidos. Ellos tallaban la piedra en grandes bloques, y con ello, encajado milímetro y perfectamente combinados, eran 1000 veces mejor perfectas sus construcciones que las pirámides de México y de Egipto.

Amigo lector, continuaremos con la segunda parte.......